¿Unión o desunión? Parejas e hijos
Hoy vamos a hablar de este tema, porque creo que es importante y sinceramente me apetece un montón compartir mi opinión con todos/as vosotros/as.
También os contare cosas sobre nuestra relación y sobre cómo ha podido afectar a nuestra relación de pareja.
Este post es muy especial pues tendréis también la opinión de mi marido, Yago, porque quiero que el también pueda daros su opinión sobre este tema.
Los hijos unen o separan a la pareja
La llegada de los hijos a una relación de pareja puede ser un evento que une o separa, dependiendo de diversos factores. El nacimiento de un hijo suele ser una experiencia maravillosa que a menudo une a la pareja, pues comparten la alegría y la responsabilidad de cuidar de un nuevo ser. Sin embargo, este momento también puede significar una fuente de estrés y agotamiento, lo que podría generar conflictos si no se maneja adecuadamente.
La crianza de los hijos es una tarea que requiere mucho tiempo y esfuerzo. Si ambos miembros de la pareja se comprometen a compartir las tareas relacionadas con los hijos, esto puede fortalecer su vínculo y fomentar la cooperación mutua. Sin embargo, si uno de los miembros se siente sobrecargado o si siente que su pareja no está aportando lo suficiente, esto puede generar resentimiento y tensiones que podrían llevar a la separación.
Además, la llegada de los hijos puede cambiar la dinámica de la pareja. Antes de convertirse en padres, la pareja podría haber disfrutado de más tiempo para ellos mismos y para sus actividades individuales. Con la presencia de los hijos, este tiempo se vuelve más limitado, lo que puede causar frustración y tensión en la relación si no se maneja adecuadamente.
En última instancia, si los hijos unen o separan a una pareja depende en gran medida de cómo la pareja maneje los retos que conlleva la crianza. La comunicación abierta, la cooperación y el respeto mutuo son fundamentales para mantener una relación saludable y unida en medio de los desafíos que presenta la paternidad.
En conclusión, los hijos pueden ser tanto un factor de unión como de separación para una pareja. Lo que realmente importa es la forma en que la pareja se adapta y maneja los cambios que vienen con la paternidad. Con una actitud positiva, paciencia y amor, la llegada de los hijos puede ser una experiencia enriquecedora que une más a la pareja.
Llegada de los hijos
La llegada de los hijos es sin lugar a dudas un momento único en la vida de una pareja, esto nadie lo pone en duda. Cuando planeamos la llegada de nuestros hijos la felicidad y el amor nos invade, lo vemos todo color de rosas y tendemos a pensar que ese sentimiento de enamoramiento será perpetuo.
Me explico, hablo de enamoramiento porque nos sentimos enamorados con nuestro nuevo estado, nuestra pareja nos mima más que antes (no en todos los casos, pero suele ser así) y recibimos mas atenciones.
La pareja en ese momento está feliz y con ganas de formar una familia. Pero muchas veces las cosas se tuercen, pues tener hijos es fácil pero educarlos, criarlos y seguirles el ritmo requiere de una dedicación plena que no todas las parejas tienen.
Nuestra pareja se pondrá a prueba
Ser padres pone a prueba la unión de la pareja, es justo después del nacimiento de nuestros hijos donde veremos la solidez de una pareja. Y ojo, esto no solo pasa en parejas recientes, también ocurre en parejas de años.
No solo lo he visto si no también lo he vivido (tengo tres hijos) y puedo decir con toda certeza que si nuestra pareja no es solida es muy posible que acabe en ruptura.
Y cuidado, entiendo perfectamente porque muchas parejas se separan con la llegada de los hijos.
Nuestra vida cambia tanto (sobre todo con la llegada del primer hijo) nos vemos en casa con un bebe recién nacido que ha cambiado por completo nuestras vidas.
Agotados y teniendo que modificar todas las dinámicas de nuestro hogar, sin tiempo para hacer aquellas cosas que hacíamos en exclusiva con nuestra pareja.
Y llegaran las discusiones de pareja
Por supuesto todas las parejas discuten o riñen por cosas cotidianas, pero cuando tenemos hijos y nos sentimos exhaustos, llenos de miedos pero con unas ganas inmensas de hacerlo lo mejor posible y es ahí donde empiezan las discusiones fuertes.
Modelos de crianza, lactancia materna, biberón, tipo de alimentación, colegios y un largo etcétera… Que nos llevaran a confrontar con nuestra pareja si no opinamos lo mismo.
Por eso una de las claves aunque parezca mentira es hablar de estas cosas en el noviazgo para de ese modo no llevarnos “chascos”.
Si los dos queremos el mismo tipo de crianza todo será más sencillo y nos evitaremos esas duras discusiones que pueden surgir por estos temas.
La falta de implicación, amor o responsabilidad hacen que nos metamos en un bucle de discusiones que no llevan a ningún lado, solo a la destrucción de la pareja.
Nadie te cuenta…
Nadie te cuenta lo difícil que es ser padres y que los niños no vienen con un manual de instrucciones, no naces sabiendo que hay que hacer cuando llegan los hijos. Nadie te avisa de que tendrás a un terremoto (dos, tres…) con sus propios deseos, su propia personalidad y con el triple de energía que tu.
Nadie te cuenta que dejaras de hacer cosas en pareja, cosas que te gustaban porque si no es imposible poder estar al 100% para tu familia, cosa que ahora es tu prioridad o al menos debería serla.
Nadie te cuenta los desafíos que tendrá que pasar tu relación para salir adelante. En definitiva ya no somos los mismos, la maternidad/paternidad nos cambia a nosotros y por consiguiente modifica nuestra relación.
Ya no somos los mismos
Ya no somos ni seremos nunca más los que eremos antes de la llegada de los hijos. Si nosotros cambiamos, nuestra relación de pareja también y os lo digo desde el conocimiento pues nuestro primer hijo ya tiene 11 años.
Antes sin hijos teníamos todo el tiempo para dedicárnoslo a nosotros mismos a nuestra relación. Es cuando llegan los hijos cuando te das cuenta de la carga tan grande de responsabilidad que tienes, criarlos, sacarlos adelante, cuidarlos y mantenerlos es lo que cambia por completo la vida de una pareja.
Bajo mi punto de vista las obligaciones sin duda cambian a las personas.
Pero el amor también va cambiando, si señoras y señores el amor cambia. Pero ocurre tengamos o no hijos, el enamoramiento de la etapa de novios no dura para siempre y es normal, el amor va evolucionando y cambiando.
Pero mucha gente no lo entiende y cuando sienten que ese enamoramiento ha pasado se sienten disgustadas.
Muchas parejas con el paso de los años cuando vuelven a tener tiempo el uno para el otro se dan cuenta de que ya no están con aquella persona de la que se enamoraron. Porque claro, el tiempo nos ha cambiado.
Desunión en la pareja
Muchas parejas se rompen por lo que os comente en el punto anterior. Porque si descuidamos nuestra pareja y solo nos centramos en los hijos llegara un día en que todo explote.
Por supuesto debemos cuidar de nuestros pequeños pero debemos en la medida de lo posible tener un ratito todos los días para mimar nuestra relación.
Con esto no digo que tengamos que “encalomar” los niños a los abuelos o familiares para salir por ahí…
En ocasiones también sufrimos tensiones por lo que nos dicen terceras personas que debemos hacer, una amiga o familiares, y depende de nuestra personalidad podemos hacer caso excesivo y terminar discutiendo con nuestra pareja por lo que dijo “menganito o fulanito”.
En tema crianza siempre debemos llegar a consenso con nuestra pareja valorando lo que consideramos que está bien y que queremos para nuestra familia, dejando a un lado las opiniones que puedan darnos.
Debemos recordar siempre que cada familia es un mundo y que lo que a mí me funciona genial igual a ti no o simplemente quieres hacerlo de forma distinta.
Comunicación con tu pareja
Este es un punto crucial, suele funcionar muy bien hablar al llegar la noche, cuando nuestro hogar está tranquilo y podemos dedicarnos ese ratito para nosotros, para estar en pareja para hablar sin interrupciones, contarnos anécdotas del día o simplemente reírnos un rato juntos.
Si me preguntan a mí como hemos podido sacar a flote nuestra relación después de haber sido padres muy jóvenes os diré que no hay ninguna poción mágica ni ninguna recete especial.
Paciencia, amor, comunicación son la clave, pienso yo para seguir adelante.
¿Y nosotros, Yago y Flor porque creemos que nuestra pareja no se rompió?
Pues Yo pienso que por lo que os comente anteriormente, paciencia, amor, comunicación y unas ganas de seguir juntos increíbles. Porque a pesar de darnos cuenta de lo mucho que hemos cambiado durante estos años y de lo mucho muchísimo que nos hemos dedicado a nuestros hijos, los dos siempre hemos sentido que lo estábamos haciendo bien y que debíamos seguir así.
Ninguno de nosotros dos lo ha hecho por obligación y como os comente ya al comienzo de este articulo nos sirvió muchísimo haber hablado de cómo queríamos que fuese nuestra familia al comienzo de nuestro noviazgo.
Pues para nosotros fue fundamental saber que coincidíamos en el modelo de crianza que queríamos para nuestros hijos, creo sinceramente que de otro modo nuestra familia no sería lo que es.
No os voy a mentir, hemos discutido y tenido problemas pero siempre lo hemos podido solucionar, conocemos perfectamente nuestras virtudes nuestros defectos y hemos aprendido a valorar gestos del día a día que tenemos el uno con el otro.
Nos conocemos muy bien y los dos coincidimos en que no necesitamos mucho para ser felices. Además, tenemos los mismos objetivos en cuanto a familia se refiere.
Creo que mantenemos el equilibrio y pese a las dificultades que nos van surgiendo nos mantenemos unidos, porque una vez leí que lo importante no es tener una linda pareja, si no formar un buen equipo y hoy después de 13 años puedo decir que esa frase es verdad verdadera.
He aprendido a reírme de mí y de nuestra situación a veces caótica (jejej) con un preadolescente, una niña y un bebote de alta demanda. Muchas veces cuando tengo ganas de gritar o tirarme de los pelos simplemente observo y me pongo a reír, supervivencia pura y dura jejej que surge efecto positivo en la familia y muchas veces termina con las riñas.
Y así espero seguir hasta que seamos muy viejitos, y si me preguntáis como reconocería el momento de decir “hasta aquí he llegado” os confesare que creo que todo se terminaría si nos mirásemos a los ojos y viésemos que ya no tenemos motivos para estar juntos.
Hola a tod@s Soy Florencia Olmos Verger
Mamá de familia numerosa, Redactora y Social Media Manager
En este pequeño espacio comparto información para familias sin olvidarnos de nosotras las grandes olvidadas. Como experta en cosmética te daré diferentes tips y te hablaré de las últimas tendencias.
Si lo que buscas es una persona cercana que te cuente las cosas de forma real estas en el lugar perfecto. Quédate y acompáñame en esta aventura.
Gracias por aportar vuestra experiencia. Gran artículo!
Me alegra que te resulte de interés esta escrito con todo cariño 🙂
Un artículo realmente increíble.
Creo que ayuda muchísimo a parejas que se encuen desorientadas, agobiadas o simplemente en la Dulce espera…. una experiencia de vida contada con el corazón no y sin duda meditada que comparto plenamente ❤️
Muchas gracias por tu comentario y por leer el artículo 🙂 Como siempre escrito con mucho cariño sobre un tema que en mi opinión es muy interesante